La Feria Internacional de Enoturismo, FINE, estaba programada para los días 9 y 10 del próximo mes de febrero y pasará a celebrarse del 9 al 10 de junio. Se pretende así que el certamen se desarrolle en “un escenario de menor incertidumbre” de modo que, mantenga la calidad y siga siendo una plataforma de negocio para sus participantes, según ha explicado el director general de la Feria de Valladolid, Alberto Alonso.
Las limitaciones a la movilidad nacional e internacional como consecuencia de la pandemia suponen un importante inconveniente para la feria, que “tiene una vocación internacional y, de cara a la edición de 2021, se ha reforzado la apuesta por los mercados francés e italiano, que se suman al papel protagonista que ya tuvo Portugal en la primera convocatoria”, indican desde la organización.
Desde la organización del certamen sostienen que FINE vería muy afectado su desarrollo por la importancia de los mercados internacionales. La presencia de bodegas, territorios y compradores, se vería comprometida “por la incertidumbre general y las limitaciones a la movilidad en particular”, agregan.
"Queremos mantener la trayectoria marcada en la primera edición, ofreciendo a los participantes una plataforma de negocio interesante, de calidad, que les permita crecer, y por esa razón llevamos la cita de FINE al mes de junio”, ha indicado Alberto Alonso.
De manera paralela a la feria, está prevista la celebración de unas jornadas de formación BeFINE, en las que se abordarán cuestiones relacionadas con los análisis de mercados, comportamiento de los turistas, aplicación del Big Data al enoturismo, y el proceso de creación de propuestas innovadoras.
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