La Playa Pita es una playa situada en el Monte Pinar Grande del Ayuntamiento de Soria. Se encuentra en Abejar, bordeando una zona del Embalse de la Cuerda del Pozo, que también se le conoce como Embalse de La Muedra.
Esta playa del interior del paisaje soriano, se ubica a 45 kilómetros de Soria Capital. Se accede desde la N-234 Soria-Burgôs hasta llegar a Abejar. Una vez allí, tomamos la carretera SO-840 de Abejar a Molinos de Duero. En pocos kilómetros, veremos el cartel que anuncia el Embalse de la Cuerda del Pozo.
Se trata de una playa fluvial, rodeada de pinares y robledales, enmarcada en la confluencia del río Ebrillos junto con el Embalse de Cuerda del Pozo; que está formado por el río Duero y diversos afluentes.
La orilla de la Playa Pita está compuesta por arena, como las playas de verdad. Su mar, de agua dulce, es apto tanto para la práctica de deportes náuticos como para la pesca.
Cabe destacar que hay que extremar la precaución y tener cuidado con los baños, puesto que en el transcurso de los años lamentablemente se han producido varios ahogamientos. Es un pantano y se crean muchas corrientes, sobre todo en el centro del mismo, por lo que se recomienda no ir a nado lejos de la orilla y tener cuidado al tirarse desde las rocas al agua, ya que hay zonas más profundas que otras. También es aconsejable ir con escarpines o zapatillas de agua para evitar dañarse los pies con el fondo. La temperatura del agua suele ser fresquita, pero en días de mucho calor se agradece.
La construcción del pantano en el que se encuentra la Playa Pita fue aprobado en 1923 y se inauguró en el año 1941. También se le conoce como Embalse de La Muedra, nombre del pueblo que se situaba en el valle y que fue anegado por el embalse. Todavía se puede contemplar sobre el agua el campanario de la Iglesia de San Antonio Abad, ya sin campana. Otro elemento que se sumergió en las profundidades fue la antigua ferrería La Numantina, construida en 1850 y que sobrevivió hasta los años ochenta. Se podía medir el nivel del pantano dependiendo de si se dejaba ver o no unas arcadas de este edificio y la marca que dejaba el agua sobre la chimenea que, tristemente, se calló en 2003.
En el año 1980, se construyeron gran parte de las infraestructuras que han sido posteriormente reformadas. Los servicios recreativos con que cuenta actualmente son: bares, restaurantes, barcas, servicios, botiquines, camping, columpios para niños, zonas de aparcamiento, mesas-merendero, fuentes, baños públicos, etc. En verano cuenta también con un servicio de socorristas.
Respecto al origen del topónimo es realmente curioso. Todo comenzó hacia 1954 cuando, el entonces director del Instituto Nacional de Previsión, Ramón Pita Las-Santas, decidió un verano instalarse con una tienda en la orilla de lo que hoy conocemos como Playa Pita. Con el paso de los años, él y su familia fueron apreciando cada vez más aquel lugar y difundieron entre sus amistades aquella forma tan económica y ecológica de disfrutar del verano o de pasar el fin de semana. Tal hecho, puede leerse en el libro “El sauce llorón“, escrito por su hijo; el periodista Luis Pita.
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