Este delicioso alimento, elaborado con bechamel y rebozado con aceite caliente, huevo y pan rallado, celebra cada 16 de enero su Día Internacional de la Croqueta.
La croqueta es un alimento originario de Francia (en este idioma croquer significa crujir), aunque es más popular en Sicilia, en los Países Bajos y en España, donde puede comerse como acompañamiento, plato principal, entrante o tapa.
Esta elaboración fue considerada como una delicadeza de la cocina francesa. Fue descrita por primera vez en una receta de 1691 por el chef del rey francés Louis XIV con ingredientes como trufas, mollejas y crema de queso. A partir de 1800 en adelante, se convirtió en una manera de utilizar la sobra de la carne guisada, del cocido y de otros platos de los que se aprovechaban los restos.
Existen diferentes variantes de las croquetas dependiendo del contenido, que suele consistir en taquitos de jamón, cocido, pollo, bacalao, boletus, patata, etc. Son conocidas en gran parte del mundo y casi cualquier gastronomía tiene alguna variante.
