15.4.20

La Fuente del Vino de Cádiar, Granada.


Uno de los muchos atractivos que tiene la Alpujarra es la Fuente del vino de Cádiar. Una fuente de la que de sus caños sale el buen vino elaborado en los cortijos de la Sierra de la Contraviesa. 


Desde 1.967, la Fuente del Vino forma parte de la Feria y Fiestas de Otoño en honor del Santo Cristo de la Salud y de Nuestra Señora de la Esperanza, además de la Real Feria de Ganados, con orígenes en el siglo XVIII, cuando Cádiar era centro del mercado de la comarca.


Declarada de “Interés Turístico de Andalucía” en 2008, hoy por hoy, se ha convertido en una de las señas de identidad más significativas de Cádiar y el emblema de su Feria y Fiestas de Otoño, comenzando éstas con la apertura de la fuente.


La idea de La Fuente del Vino de Cádiar nació cuando al poeta local Enrique Morón, junto con Luis Rodríguez Zapata, Manuel Tarifa, y Francisco Dumont Álvarez, se les ocurrió pedir a los cosecheros locales vino para montar una fuente gratuita de la que manara vino para vecinos y visitantes durante la Feria de Cádiar. 


La fuente contaba con dos grifos; por uno salía el vino natural de la tierra de la Contraviesa, más conocido como “vino costa”, y por el otro el agua para lavar los vasos. Posteriormente, se optó por colocar grifos y abrirlos solo para llenar los vasos. Durante los últimos años, también se puede degustar tanto vino tinto como rosado.


Esta fuente se levantaba y se derruía año tras año en la plaza junto a la Iglesia de Santa Ana, pero tal fue la repercusión turística en el pueblo, que en el 2013 se decidió levantar una fuente ornamental de carácter permanente, que es la que hoy podemos ver en la Plaza de la Iglesia de Cádiar.


La actual Fuente del Vino, está compuesta por dos espacios bien diferenciados. En el lado que da a la iglesia de Santa Ana, es donde se disponen los grifos, parapetados por un murete a modo de barra de bar y asientos de piedra. La otra parte del monumento, está compuesta por un muro realizado de sillares de colores rojizos, marrones y pálidos que recuerdan al vino y la vid en otoño, y que hace de frontón a una fuente ornamental de forma circular, cuyo elemento principal son unas hojas de vid puestas en cascada y realizadas en metal. El muro acoge un poema de Enrique Morón dedicado al vino, a la fuente y a sus fundadores.





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