La Muralla China de Finestres, es un rincón oscense perteneciente a la zona aragonesa de la Sierra del Montsec. Lo conforma dos gigantescos estratos rocosos paralelos cuya morfología se asemeja a la de una verdadera muralla. Todo ello, rematado por las aguas celestes del embalse de Canelles.
El nombre original de la muralla era el de Roques de la Vila, pero acabaron haciéndose más populares los de la Muralla China de Finestres o la Muralla China de Aragón. En el interior de estos muros rocosos, se erigió el Castillo de Finestres, del que ya sólo queda en pie la ermita románica de San Vicente.
Este muro natural recibe el nombre del pueblo junto al que se encuentran, Finestres; una localidad pequeña que conserva mucho del encanto que reunió cuando aún tenía habitantes. Pero este estado de abandono no es reciente, fue debido a la construcción del embalse al ser considerarse zona inundable. Aun así, tal era la poca relevancia de la localidad, que ni siquiera la Guerra Civil afectó al pueblo.
El pueblo de Finestres, es el punto de partida para acceder a la muralla. A pesar de llevar deshabitado casi 60 años, todavía se pueden ver lugares tan bonitos como la Ermita de Santa María, donde se contemplan magníficas vistas del embalse de Canelles. Desde la localidad, sale el camino que lleva hacia las ermitas de San Marcos y San Vicente. La Ermita de San Marcos, se halla a sólo cinco minutos de la población, y, desde ella, ya se puede ver la Ermita de San Vicente, ubicada dentro de la Muralla China de Huesca.
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