26.5.21

Senterada, un pequeño pueblo del Pirineo de Lleida que busca la autosuficiencia alimentaria.

Vecinos y personas vinculadas a este pequeño pueblo del pirineo catalán se han unido para cultivar huertas ecológicas colectivas y lograr la autosuficiencia.Ya han recuperado cuatro huertos cedidos, han empezado a hacer un gallinero móvil, y han decidido que todos los jardines y bosques del pueblo sean comestibles.


"El proyecto surgió en plena pandemia, al ver que quizás no nos iban a llegar los alimentos al pueblo. Pensamos que nuestros abuelos habían sido totalmente autosuficientes y, con esta inquietud, nos reunimos gente del pueblo y vimos que teníamos la necesidad de trabajar la autosuficiencia, crear un pueblo más saludable donde se dinamicen las autonomías locales y también para fijar más población", explica Mireia Font, una de las vecinas precursoras del proyecto. 


Con este propósito en mente, lo primero que hicieron fue crear un grupo de Whatsapp para buscar soluciones y alternativas. Poco después, formaron la asociación 'Senterada municipi viu i sostenible' (Senterada municipio vivo y sostenible) y desde ese día no han perdido el tiempo.


El proyecto arrancó en verano del año pasado y hasta el momento la asociación ya ha conseguido más de 170 socios, entre vecinos y personas que guardan alguna relación con el municipio. En Senterada solo viven 50 vecinos, pero, durante el verano, muchas personas tienen sus segundas residencias y, al enterarse de la iniciativa, no han dudado en sumarse y colaborar. 


En la asociación se busca trabajar la autosuficiencia alimentaria a partir de tres ejes principales: recuperar los huertos del pueblo en desuso, hacer que los jardines municipales sean comestibles, y llenar los caminos colindantes al municipio de plantas comestibles para enseñar cómo sacarle el máximo partido. "Hablamos con los propietarios de los huertos abandonados e hicimos acuerdos de custodia donde la asociación se compromete a cultivarlos para dar acceso a productos ecológicos a los vecinos. En total ya tenemos unos 4.000 metros cuadrados de huerta", explica Mireia Font.


También han empezado a construir un gallinero móvil y han decidido, junto con el ayuntamiento, hacer que todos los jardines municipales sean comestibles, introduciendo la planta ornamental tradicional y la planta silvestre comestible para que los vecinos las conozcan y puedan volver a aplicarlas a la cocina. "Más adelante, nos gustaría que toda la red de caminos que tiene el municipio y que nos unen con los pueblos de al lado, pongan en valor estas plantas silvestres en su hábitat natural. Poniendo cartelitos para empezar a hablar de estos bosques comestibles", añade Mireia.


La intención de la asociación es que a la larga se puedan comprar infraestructuras como invernaderos para poder cultivar durante todo el año y que todas las verduras y hortalizas para las necesidades del pueblo provengan de la huerta. Durante los meses fríos las temperaturas en Sentereda son muy bajas y en verano es cuando la producción es más buena. "El invernadero nos iría muy bien porque en invierno, que solo somos 50 personas, podríamos abastecer a todo el mundo con poca producción", calcula la responsable.


El proyecto "Senterada Comestible" ha sido seleccionado por 'Matchfunding Arrela’t a l’Alt Pirineu i Aran' un programa de micromecenazgo en el que la administración equipara las donaciones de la ciudadanía hasta un máximo de 4000 euros. Este incentivo ha sido fundamental para financiación de la iniciativa ya que en la primera ronda ya han conseguido casi alcanzar su presupuesto inicial que era de 8.605 euros y solo les ha faltado nueve euros para lograr el óptimo. Esta cantidad la destinarán para herramientas y semillas, y mientras llega el dinero las tiendas de pueblos vecinos, como algunas de La Pobla de Segur, les han fiado el material que necesitan.




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